La
revolución industrial no comienza realmente en Brasil hasta ya entrado el siglo
XX. La modernización del país, fundamentalmente del Sureste, produce un
fenómeno intenso de emigración de campesinos hacia Río de Janeiro en busca de
trabajo y mejores oportunidades de vida. Este flujo demográfico trae consigo
problemas sociales, urbanos, nuevos contextos socio-culturales, nuevas ideas...
Esta primera industrialización no produjo una ruptura total con su pasado
colonial, pero sí propició, en nuestra opinión, la crisis de la oligarquía de
los llamados barões do café y con ella la de los valores que habían dominado el
Brasil de base agrícola.
La llegada
de la familia real a Brasil en 1808 y la independencia política en 1822 tuvo
como consecuencia la apertura del país a los extranjeros y la progresiva
sustitución de la influencia portuguesa por la de otras naciones europeas,
fundamentalmente Inglaterra en el campo económico y Francia en el cultural. En
estos años comienza también a ser muy intensa la inmigración italiana y alemana
fundamentalmente a la ciudad de São Paulo y al sur de Brasil. Los alemanes se
instalaron principalmente en ciudades del interior, zonas que tenían un mayor
parecido con sus regiones de origen. Fundaron ciudades que todavía conservan
fielmente la arquitectura de sus lugares de origen: Novo Hamburgo, Gramados,
Canela. En definitiva las referencias culturales eran heterogéneas pero
básicamente de raíz europea.
La
élite de Brasil, estaba formada fundamentalmente por blancos, descendientes de
europeos. En un país con tantos contrastes sociales, ejercían un liderazgo casi
exclusivo. Se consideraba la arquitectura del viejo continente como el modelo a
seguir, de una forma mimética. Londres o París eran considerados los ejemplos
más representativos. En definitiva, los artistas y arquitectos brasileños
ignoraban o despreciaban sus propias ciudades y su herencia cultural. Podemos
ver reflejados estos símbolos urbanos del pasado colonial en la Avenida Central
y en el Teatro Municipal de Río de Janeiro. Son una réplica respectivamente de
los bulevares y el teatro de la ópera de París. La educación de las clases
privilegiadas era en francés y la estructura de la Escola de BelasArtes de Río
era un calco de la francesa.
FIG. 1. TEATRO MUNICIPAL DE RÍO DE JANEIRO
FIG. 2. VISTA AÉREA DEL TEATRO MUNICIPAL DE RÍO DE JANEIRO
FIG. 1. TEATRO MUNICIPAL DE RÍO DE JANEIRO
FIG. 2. VISTA AÉREA DEL TEATRO MUNICIPAL DE RÍO DE JANEIRO
FIG. 3. PLANTA DEL TEATRO MUNICIPAL DE RÍO DE JANEIRO
Como rechazo ante esta situación comenzó a
surgir una voluntad de dotar de características propias a la arquitectura
brasileña con objeto de romper la absoluta dependencia cultural de Europa. Se
gestó un claro deseo de concebir una arquitectura actual, volcada al futuro
pero sin que esto supusiese un desprecio de los valores del pasado. Por otro
lado existían conflictos entre un ímpetu renovador, apego a la tradición y por
otro, seducción por lo extranjero y exaltación del orgullo nacional.
LOS PRIMEROS PASOS. LA SEMANA DA ARTE
MODERNA DE SÃO PAULO:
El Movimiento Moderno no tuvo repercusión en Brasil realmente hasta el final de la 1ª Guerra Mundial. Sin embargo, algunos intelectuales brasileños, de forma aislada, comenzaron a plantearse la aparente contradicción entre el apego a la tradición y la necesidad de renovación. Es el caso Oswald de Andrade, poeta que había conocido el manifiesto de Filippo Marinetti en París. Sin embargo el arranque definitivo no llegó hasta 1922, con motivo de la celebración de la Semana da Arte Moderna de São Paulo. En este año se conmemoraba el primer centenario de la independencia. En la práctica, en este evento no existía un programa coherente. El denominador común fue quizás de naturaleza reivindicativa, manifestar la necesidad de ruptura con el pasado e independencia cultural frente a Europa. Esta idea aparece claramente enunciada en el artículo que publica Rino Levi en el Estado de São Paulo en 1925.
Se
puede observar como Rino Levi, enuncia ya de forma clara la necesidad de realizar
una arquitectura adaptada a las condiciones ambientales del país, no sólo por
una mera cuestión de confort ambiental sino también para defender las señas de
identidad de Brasil. En realidad, la Semana da Arte Moderna no tuvo una
influencia directa sobre la arquitectura. Sin embargo, en nuestra opinión,
supuso un impulso decisivo para crear un nuevo clima de oposición a la
aceptación incondicional de los valores establecidos.
FIG. 4. REVISTAS DESTACADAS.
Aproximarse a
las particularidades de la arquitectura moderna de Brasil. Según Las
circunstancias que alimentan este “camino propio” son la clave para diferentes
autores, estas peculiaridades pueden entenderse a través de tres factores
determinantes: el clima, la realidad sociocultural y la tecnología.
El clima es un
factor de relevancia para la arquitectura, y claramente brasil se diferencia en
este sentido de Europa, de donde provienen los planteos modernistas. En esta
línea, Goodwin reivindica el gran trabajo de investigación y desarrollo llevado
a cabo por los arquitecto brasileros y lo expone como uno de los principales
aportes de la arquitectura moderna brasilera, (Goodwin, 1943) tanto en términos
estrictamente técnicos, como también asignándole un valor estético de calidad y
claramente diferenciador.
El traspaso de
un movimiento cultural a una realidad sociocultural diferente a su origen, y
aunque este lleve consigo intereses de internacionalización (como lo fue el
modernismo), genera un proceso de adaptación o de conciliación. Pese a que
Europa tuvo una marcada influencia en Brasil en un primer momento por ser una
colonia Portuguesa y posteriormente por la importación de modelos de
pensamiento europeos, Brasil se presenta en esos momentos como un país
culturalmente complejo y diferente de Europa poseyendo algunas condiciones
particulares como una gran población negra (con costumbres propias) y en menor
medida, una población aborigen.
Otra
característica que diferencia a Brasil de algunos de los países europeos y de
Estados Unidos, es la tecnología que disponía en esos momentos para construir.
En brasil no había producción de acero como en EEUU o Europa, esto hace que se
adopte en la mayoría de los casos el uso el hormigón armado. Según Cavalcanti
“una de las características más positivas de la arquitectura moderna brasilera
fue el dominio absoluto de la tecnología del hormigón armado.
La arquitectura moderna en Brasil tiene,
según Frampton, sus orígenes en cierta medida por la sociedad formada entre
Lucio Costa y Gregory Warchavchik , dos pioneros de la arquitectura moderna en Brasil.
Otras circunstancias relevantes que pueden contribuir a la hora de comprender
la llegada de la arquitectura moderna a Brasil fueron, el viaje en 1936 de Le
Corbusier a Brasil, quien posteriormente fuera asesor del proyecto para el
Ministerio de Educación y Salud, (Oscar Niemeyer, Afonso Eduardo Reidy y Lucio
Costa), las diversas publicaciones traídas de Europa y también un gran número
de arquitectos extranjeros que se instalaron en Brasil trayendo consigo muchas
de estas ideas modernistas (Warchavchik, Rino Levy, Bernard Rudofsky etc).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
LE
CORBUSIER y el movimiento moderno en brasil: la adaptación ambiental y cultural
de la arquitectura Europea. José Manuel Almodóvar Melendo.
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